La televisión enseña, educa, informa; todo depende de la actitud de padres e hijos ante ella. Pero, ¿qué aprenden? No todo lo que sale por televisión es malo, pero hay que aprender y enseñar a usar la televisión.
La elección de los programas está en relación con la edad del niño. A los niños mayores hay que estimularlos a que ellos mismos elijan sus programas; pero los padres deben conocer los contenidos de los programas que ven sus hijos y, siempre que sea posible, ver la televisión con ellos.
- Cuando un niño ve televisión puede tener dificultades para diferenciar bien la realidad de la ficción y hay que aclarar bien estas situaciones.
- Además, hay mucha violencia en televisión, mezclada con historias de héroes, buenos y malos, que estimula conductas agresivas en niños y adolescentes. Hay que evitar programas saturados de violencia y agresividad, y explicar lo que ocurre en la pantalla y por qué.
- En televisión, las escenas se suceden de forma muy rápida, no hay continuidad de acción ni tiempo para pensar. Los niños reciben una gran cantidad de información en muy poco tiempo; pero se limitan a escuchar de forma pasiva, sin participar ni discutir. Esta actitud la trasladan a otras situaciones como la lectura y el estudio, no piensan, no desarrollan su imaginación. Por ello, fomentar la lectura y escritura le permitirá conseguir una mayor riqueza expresiva, aprender a razonar y pensar. La lectura es un proceso activo, que crea inquietudes.
- La televisión tiene un enorme poder para crear estados de opinión, sobre muy diferentes temas de la vida cotidiana, educativos y culturales; siendo muy importante que los padres conozcan los contenidos de los programas que ven sus hijos y tratarlos con actitud crítica y dialogante.
- La publicidad en televisión tiene un gran impacto en los niños, muchas veces con información errónea o engañosa; y se centra en dos aspectos que conllevan hábitos de consumo negativos:Impulsa a desear juguetes, que no siempre hacen lo que se ve en TV, y no son los más adecuados para ellos, ni por precio ni utilidad; enseñando a consumir por consumir.
- Insta a consumir alimentos, en general poco saludables para los niños (bollería, golosinas, refrescos, comidas rápidas), que predisponen a caries, obesidad y malos hábitos alimentarios.
- Una dieta variada y equilibrada y enseñarles a ver la televisión con sentido crítico evita estos problemas.